Total War Warhammer 2 - Curse of the Vampire Coast (DLC)

La noche cae sobre Lustria. Aguza el oído mientras te hallas en el muelle y oteas el mar a través de la bruma. A tu espalda, los sonidos de la jungla se desvanecen y, en su lugar, un eco húmedo se abre paso, como si de una jarcia putrefacta que choca contra un mástil mohoso se tratase. El ruido se multiplica, y con él, el lamento de miles de voces sin aliento unidas en algo mitad canto fúnebre, mitad saloma. Unas proas terroríficas perforan la oscuridad, y la abominable verdad queda al descubierto: ¡con los macabros vientos llegan las quillas abotargadas y los navíos en descomposición de la Costa del Vampiro! Huye ahora, huye como puedas y rápido. Pues es tu única opción.

Fue el inmortal Señor Luthor Harkon quien reclamó parte de la costa este de Lustria. Desde entonces, ha sido un lugar en el que los muertos campan a sus anchas, parten en expediciones hacia la jungla o navegan hacia el Gran Océano para cometer violentos actos de piratería. No obstante, el perturbado Archicomodoro Harkon no es el único almirante No Muerto que ronda los mares con su tripulación armada de Zombis, Guardias de las Profundidades vampíricos, Sirenas y Fúnebres... Hay más señores piratas que lideran sus propias Flotas del Terror, repletas hasta la cofa de una tripulación obligada a servir eternamente.

Estos tiranos surcan los mares en busca de sangre y oro. Sin embargo, ahora que el Vórtice de Ulthuan se ha despertado, los capitanes van en pos de algo más que meros tesoros… puesto que el arpón de metal de las estrellas yace en las profundidades, ¡un arma lo suficientemente poderosa como para doblegar hasta a la mayor de las Sierpes Marinas!